Aquellos que nos dedicamos a
gestionar o dirigir a Personas, de vez en cuando, requerimos de innovar para
poder dar una solución concreta a algún asunto concreto, como ejemplo de ello,
bien podría ser el siguiente: ¿Quién no haya oído alguna vez en su entorno
laboral?: “No tengo tiempo; Estoy
agobiado; Aquí hay demasiado estrés; No veas como viene aquel compañero;
Escucha lo que me ha dicho este hoy; Etc…”.
Estos comentarios pueden ser
generados en distintos entornos: ya sea con el compañero de al lado, liderando
o perteneciendo a un equipo de trabajo, o siendo responsable de algún
departamento en concreto dónde se relacionan con otras posiciones similares.
Las relaciones de las personas y su interactuación con la organización del
trabajo puede causar estas reacciones, consecuencias y comentarios a los que,
como profesionales en Recursos Humanos debemos afrontar mediante un adecuado
análisis o evaluación de riesgos psicosociales y poner en marcha medidas
preventivas para eliminarlos o minimizarlos.
Para ello, a veces, puede
resultar valioso que innovemos en la búsqueda de nuevas herramientas. Una de
estas es la aplicación del Mindfulness
(Conciencia plena) en entornos laborales, concepto y técnica que descubrí
en el I Congreso de Directores de Recursos Humanos de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos a mediados de
2015, a lo que le siguió la consecuente investigación para la búsqueda de
alguna experiencia práctica en organizaciones que haya tenido éxito, por lo que
pude estudiar el caso de Google (expuesto más adelante).
Jon Rabat-Zinn, profesor emérito de la facultad médica de la Universidad de Massachusetts, define en
1994 el Mindfulness como “prestar atención de una manera especial y deliberada
al momento presente y sin emitir juicios de valor”(Fuente: Jon Rabat-Zinn,
“Whenever you go, there you are: Mindfulness meditation in everyday life”,
Nueva York, Hyperon, 1994)). Un ejemplo de ejercicio para practicar la
conciencia plena es sentarse relajadamente y centrarse en la respiración
durante dos minutos. También se ha demostrado que este tipo de ejercicios
mejoran el funcionamiento cognitivo y la capacidad de decisión.
Laszlo Bock (Vicepresidente sénior de gestión de Personas de Google) a finales del año 2013, como
experimento o innovación en su organización, decidió aplicar el Mindfulness en
las reuniones semanales que tenía con su equipo de trabajo en los que
previamente a la utilización de esta técnica eran poco eficaces en sus
reuniones y los acuerdos que alcanzaban eran poco permanentes en el tiempo, con
el objetivo de que si funcionaba esta técnica, lo probaría en otros equipos de
trabajo de Google y, quizás, hacerlo extensivo a toda la empresa. (Fuente:
Laslo Bock, “La nueva fórmula del Trabajo, revelaciones de Google que cambiarán
su forma de vivir y liderar”. Conecta, 2015).
Para su consecución, el equipo de
Laszlo Bock, durante la primera semana la dedicaron a escuchar su propia
respiración; la siguiente, a observar los pensamientos que se deslizaban por su
mente mientras respiraban, al tiempo que trabajaban en prestar atención a sus
emociones y en como afectaban a su cuerpo. Cuando pasó un mes (con 3 sesiones
de Mindfulness) preguntó a su equipo si querían continuar con este experimento,
a lo que respondieron afirmativamente, además, le manifestaron que las
reuniones que mantenían parecían más centradas, el ambiente más amable y menos
enconado. En las siguientes semanas las reuniones resultaron más eficientes terminando
antes el plan semanal.
Como conclusión, el Sr. Bock
describe la empresa como una “máquina compuesta de personas” y el Mindfulness
como “un espray multiusos, para lubricar los puntos ásperos entre los
trabajadores –googlers-”.
Como conclusión, he de indicar
que si requieren el innovar en técnicas de gestión de equipos para minimizar
los riesgos psicosociales bien podría ser una buena oportunidad la aplicación
del Mindfulness para ello, así que, si lo consideran, pónganse manos a la obra.
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