Finalista en los VII Premios Literarios RRHH Digital 2016 con: "Paco, ¡dale una vuelta más a la cuchara!".
Relato literario sobre el "retorno" del concepto de APRENDIZ a nuestros días.
Premio destinado fomentar y destacar los mejores artículos sobre actividades propias de la gestión de los Recursos Humanos y el Capital Humano, tales como “selección de personal, responsabilidad social corporativa, prevención de riesgos laborales, legislación laboral, trabajo temporal, liderazgo, etc.
Dando una vuelta más a la cuchara
del café me encontraba. Era una mañana fría junto a la única máquina de café de
aquel centro de trabajo a la que me había logrado acostumbrar, agarrado con
ambas manos al caliente vaso de plástico, mi nariz flotaba justo al alcance del
aroma a café y con la mirada perdida hacia el horizonte como queriendo buscar algo
que no encontraba.
Miro una vez más el reloj,
“Las 6:55h, sólo han pasado
dos minutos de la última vez que lo consulté”. Dije en voz baja.
Entonces, ¡ocurrió!, justo antes
del momento en el que te dispones a tomar el primer sorbito de café (Sí, en ese
momento) apareció PACO que, viniendo como un resorte hacia mi posición y
sin mediar saludo mañanero alguno, dice:
-
“¡¡Todo vuelve!!”
-
(¡Qué energía!, pensé)
PACO pertenece al Dpto. Jurídico
y es de esas personas que tienen la rara costumbre de aprovechar el rato junto
a la máquina de café para entablar conversación en torno a cualquier tema,
asunto, anécdota que nos saque de lo que estemos haciendo, diciendo o pensando
y nos dirige a la situación que él nos plantee hasta que terminamos el tiempo
en el que nos reúna.
Antes de contestar, vuelvo a
inspirar el aroma del café y, justo después de tomar el “sorbito” que le debía
al mismo, le digo:
-
“Buenos días Paco, ¿qué es lo que vuelve?”.
-
“Pues todo, e invítame al café, que estoy
tieso”.
Mientras que sacaba la cartera
para buscar unas monedas, PACO había iniciado ya su particular tesis:
-
Pues todo vuelve, ¿quien iba a pensar que los
pantalones de campana de los años 60 volverían a principio del siglo XXI?;¿quién
iba a pensar a los usuarios del pequeño e incómodo SEAT 600 que 40 años después
iban a ser objeto de culto y deseo?; ¿Quién iba a pensar que volvería la moda
de las barbas y bigotes?; ¿Qué adolescente que parecía que huía de casa de sus
padres le diría que en la madurez volvería en la mayor brevedad posible al seno
familiar?;…
Lo dicho, todo vuelve, de alguna forma o de otra, ¡claro!.”
Con cada ejemplo que mencionaba,
junto con el efecto del café, hacía que mis ojos se abriesen cada vez más
logrando un primer pensamiento (“este tío no ha dormido esta noche”) y
un leve comentario:
- “Pues va a ser que sí Paco,
va a ser eso, que todo vuelve”.
Ejemplo a ejemplo, noto que el
vaso ya no está caliente pues me he bebido el café por lo que nos despedimos
hasta otro momento en el que coincidiéramos.
Una vez en el Dpto. Dirección de
Personas, revisando la planificación, tareas, agenda, llamadas, mails,… Algo de
la conversación con PACO se había retenido en mi cabeza:“¡Todo vuelve!”.
A la tercera o cuarta vez que me
ocurre decido acabar con el pensamiento buscando ejemplos en los que la teoría
de PACO se diese (“la mejor defensa es un buen ataque”, pensé) y quizás
así me desembarazaría del bucle pensativo en el que me encontraba.
Casualmente, al estar entre mis
manos la descripción de un puesto de trabajo denominado “Acceso”, compruebo que
ésta requería un perfil júnior de edad entre 25-30 años, formado en una rama
técnica, con 2-3 años de experiencia laboral, capacidad de trabajo en equipo y
analítico.
Decido que sí, que lo trabajaré
aplicando la teoría de PACO, por lo que debía “visualizar” cómo se hacía hace
algunas décadas para poder así compararla con la actualidad.
Para analizar el caso, considero
que lo mejor es empatizar con la posible persona candidata de hace 40 años, por
lo que identifico que, seguramente, el inicio de su carrera profesional no era
a los 25-30 años, si no 10 años antes, y la iniciaría como Aprendiz, casi sin
ninguna titulación, se caracterizaría por las ganas de aprender y trabajar para
poder así aspirar a un sustento económico que le permita labrarse un futuro.
Continuo el análisis con el marco
empresarial en el que podría situarse la vacante para aquel joven candidato en
la que las profesiones de la época se consideraban oficios como: carpinteros,
herreros, caldereros, horneros, tejedoras, panaderos, labradora, bordadora,….
En los que la persona que lo desarrollaba actualmente se denominaría Oficial,
sin embargo en aquellos tiempos, era considerado como Maestro/a.
El Maestro/a había llegado a
serlo no sólo por las habilidades que dispensaba en el resultado de su trabajo
que, sin duda, habría demostrado con el paso de los años, si no porque alguien
le había dado la oportunidad de aprender aquel oficio. Era una persona que se
había hecho a si misma, que amaba y respetaba profundamente su oficio, y que
quería trasladar su conocimiento a las generaciones venideras, tal y como lo
había aprendido, es decir, el Maestro requiere a un buen Aprendiz.
En resumen, el proceso de
reclutamiento y selección en una organización de carácter artesanal de hace
algunas décadas necesitaba tanto de Maestro como de Aprendiz para garantizar la
sostenibilidad de la misma ante el cambio generacional de la plantilla.
Realizado el análisis inicial,
reflexiono una vez más en los ejemplos que me traslada PACO, y, en todos lo que
vuelve, vuelve, o mejorado, o se aprecia como mejorado (o casi todos, pues
lo de los pantalones de campana no lo tengo claro, reflexiono).
Añado que el Aprendiz no poseería
base formativa alguna o muy pobre, a lo que se le une la posible madurez que te
daría el vivir 10 años menos que su competidor actual, lo que hace que se
requiera un tiempo superior (en el caso del Aprendiz) para que consiga las
competencias requeridas en el puesto, y este hecho no “casa bien” con la
necesidad de cubrirlo en un plazo corto de tiempo.
La comparativa me hace pensar en
la política de reclutamiento y selección de la compañía en la que, basada en la
Misión y Visión, busca permanentemente a los mejores profesionales,
“Pero,
ahora que caigo” (digo en voz baja), “la política de Recursos Humanos no dice
nada del tiempo para conseguirlo”.
En ese momento me siento
habilitado para desarrollar un proceso de reclutamiento y selección alternativo
a los habituales que se venían haciendo en la compañía y que concluyan en
garantizar su sostenibilidad ante el natural cambio generacional de la
plantilla, al igual que el ejemplo de hace algunas décadas.
Con esta reflexión me replanteo
el fusionar en el ejemplo alguna de las principales políticas de Recursos
Humanos de la organización como la de Reclutamiento y Selección, Formación y
desarrollo profesional, Planes de carrera,….
Sin duda es el momento de aplazar
varias citas y focalizar toda mi atención en este asunto pero, esta vez en
compañía de un miembro del equipo jurídico, y más concretamente en compañía de
PACO, pues señalo el desarrollo normativo laboral de los últimos y turbulentos
ejercicios, y quiero encuadrar el ejemplo adecuadamente.
A realizarle el planteamiento
práctico de su teoría de “¡Todo vuelve!” en la comparativa de un proceso
de Reclutamiento y Selección de hace algunas décadas al día de hoy (Aprendiz vs
Acceso) junto con mi inquietud de continuarlo de la mano de la normativa
laboral actual, PACO indica que entre las desarrollas desde 2012, ante la
necesidad de dar respuesta a personas que requieren la oportunidad de iniciar
su carrera profesional, el legislador elaboró la denominada Formación Profesional Dual o en Alternancia.
La Formación Profesional Dual es
el conjunto de acciones e iniciativas formativas, mixtas de empleo y formación,
que tienen por objeto la cualificación profesional de los trabajadores en un
régimen de alternancia de actividad laboral en una empresa con la actividad
formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el
empleo o del sistema educativo. Las modalidades son múltiples: exclusiva en el
centro formativo, con participación de la empresa, en la empresa y en el centro
de formación, compartida entre el centro y la empresa, o exclusiva en la empresa.
“Pues parece que sí”, concluimos
ambos dos, la figura del “Aprendiz” ha vuelto a nuestros días y prácticamente
no nos hemos percatado de este hecho al focalizar nuestra atención en otras
durante los últimos ejercicios. Además, seguimos concluyendo, el “Aprendiz” ha
vuelto a nuestros días de forma mejorada pues, en su desarrollo profesional
dentro de la organización, se le reconocería una formación profesional oficial
o reglada que en el pasado carecía de ello, cumpliéndose así lo de lo que
vuelve, vuelve, o mejorado o se aprecia como mejorado.
Estas conclusiones me hacen el
proponer nuevas políticas de Recursos Humanos que complementan e incluso
sustituyen algunas de las existentes, nuevas descripciones de puestos de
trabajo, nuevos planes de carrera, nuevas colaboraciones con centro de
formación, labor pedagógica a los tutores (Maestros) de los alumnos/as (Aprendiz),
evaluación continua del desempeño,…
Por supuesto lo que me motiva es
la búsqueda permanentemente de los mejores profesionales para garantizar la
sostenibilidad de la compañía y, sin duda, el desarrollo profesional del
Aprendiz hasta convertirse en un Maestro será clave para conseguirlo.