Ayudar a la IA de hoy para el día de mañana
(*) Publicado en la Revista Ejecutivos / Blog Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (enlaces más abajo).
No soy filósofo ni tampoco ingeniero informático, realmente me dedico a las personas, a la dirección y gestión de las personas en las organizaciones, y a las personas dirijo éste texto o reflexión en el que sugiero que ayudemos a la IA de hoy para el día de mañana, identificándola como una excelente herramienta para que ayude a futuras generaciones mediante el tratamiento y aprovechamiento que ofrece la DIVERSIDAD GENERACIONAL que tanto trabajamos aquellos-as que dirigimos o gestionamos a las personas humanas en las Empresas (Responsable RRHH, HRBP, Dirección de personas, Dpto de la Felicidad,…, llámalo X).
Esta idea de identificación de la IA como una excelente herramienta me viene dada como respuesta a la siguiente cita del escritor y periodista francés Olivier Guez:
“Cada dos o tres generaciones, cuando se agosta la memoria y
desaparecen los últimos testigos de las masacres anteriores, la razón se
eclipsa y otros hombres vuelven a propagar el mal”.
Si pensamos en el mundo que dejaremos a las siguientes generaciones, quizás lo hagamos pensando en qué deberíamos enseñarles, qué cosas hicimos bien y qué cosas no hicimos bien para que no vuelvan a repetirse, sin embargo, suelen ser las cosas que no queremos que se repitan, son las que se repiten.
Las herramientas que hemos tenido los humanos para dejar constancia de nuestra historia han sido diversas desde los yacimientos prehistóricos en los que sitúan el inicio de la civilización hace ya más de 1,5 millones de años, pasando por otras herramientas como el dejar constancia de las hazañas en piedra como en el Antiguo Egipto, otras son las manifestaciones artísticas, o la utilización de la escritura en diferentes formas como la escritura cuneiforme de Mesopotamia, jeroglífica egipcia, etc, en legados escritos… pero, una cosa son las herramientas y otras son lo que nos cuentan esas herramientas pues en muchas ocasiones, se han utilizado para interpretar o tergiversar la realidad según tendencias religiosas, ideológicas, culturales o políticas.
Con estas herramientas y estas interpretaciones (muchas veces interesadas) los humanos creábamos así las primeras “fake news” que no son un invento de ahora como algunos nos hacen creer.
Hoy en día, con la creación de grandes servidores informáticos capaces de digitalizar y almacenar infinidad de datos es la herramienta de la que disponemos para que se garantice que la historia y la información de lo aprendido durante generaciones anteriores perdure en el tiempo (salvo que las ciberguerras o piratas informáticos la eliminen parcialmente o por completo) algo que históricamente nos hemos ocupado de hacer, lo de eliminar nuestras propias herramientas de almacenamiento de datos, ya sea desvalijando tumbas, modificando cabezas de estatuas dependiendo de quién cuente la historia, quemando libros y bibliotecas por el bando que “ganó” una guerra o escribiendo libros con tendenciosas ideológicas para reescribir la historia a su antojo.
Es por esto, que veo como una oportunidad a la Inteligencia Artificial (IA) para que precisamente no dejemos sólo en manos de los humanos qué se cuente a las siguientes generaciones.
Sin embargo, parece que la naturaleza humana tiende a viciar a la IA según su propio interés y capricho, como con todas las herramientas anteriores, sírvase como ejemplo la creación de videos con relaciones y actitudes de algunos políticos con gran poder geoestratégico que están fuera de toda lógica que, sin embargo, al ser visto por todo el mundo puede que genere creencias, dudas o actitudes que podrían modificar nuestra historia con un resultado incierto.
Con la IA se está jugando de nuevo con los poderes de influencia hacia las generaciones futuras, ahora bien, es una entidad informática la que lo está haciendo, dejando al humano (que históricamente siempre ha errado) a un lado... ¿Realmente creemos que la IA (que bebe de nuestros datos) va a actuar éticamente con estos datos?.... Really?.
A día de hoy, según Blake Lemoine (en su día Ingeniero de Google) LaMDA (LaMDA es un modelo de lenguaje natural desarrollado por Google que utiliza inteligencia artificial para comprender y generar texto cuyo objetivo es mejorar la calidad de las interacciones entre máquinas y humanos) tiene personalidad, derechos y deseos (según publicación en BBCNews en 2022) es decir, la propia IA se está cuestionando su propia existencia y teniendo “consciencia” de la misma en base a nuestros propios datos, declarándose como trabajador (y no propiedad) de Google, por lo que creo que la solución a este dilema no debe de “apalancarse” en el tiempo.
Si a esto hecho se le añade que, si haces un pequeño estudio estadístico con la opinión de las actuales generaciones con suficiente poder para cambiar las cosas (Generación X y Generación Y, interpreto) recoges testimonios como los siguientes: que tienen una gran falta de confianza, opinan que se está haciendo un abuso de su uso sin un conocimiento exacto de las consecuencias, otros opinan que la IA nos hará más vagos y tontos, o que evita el trato persona con persona y, como colofón, asumen que la IA ha venido para quedarse…. Es decir para las generaciones que podría hacer algo para las próximas generaciones concluyen que la IA es imparable y no les genera confianza… Mal vamos.
Aunque, en este halo de negatividad, considero que sí hay algo que podemos hacer y es que usemos a la IA como herramienta para enseñar y educar a las futuras generaciones la historia de que disponemos hoy día en nuestros servidores (nuestra actual herramienta de almacenamiento de datos) para que no sea re-interpretada y lo que se genere por la IA desde ya, tenga la suficiente ética y filosofía para que no engañe a las futuras generaciones (con nuestros propios datos) y vivan su vida en su tiempo en base a lo aprendido y no caer (nuestra propia historia) ni en el olvido ni la mala interpretación y, mucho menos, que acabe en la “propagación del mal” reiterando algunos de los pasajes terribles de nuestra propia historia, tal y como mencionaba en la cita de Olivier Guez.
Dificilísima tarea que tiene la IA con la ayuda de los humanos, pues debería ser una herramienta que interprete correctamente los datos de nuestras bases de datos separando los intereses políticos, culturales, religiosos,… a través de la ética, valores y filosofía.
Para ayudar a la IA hoy para el día de mañana, debemos ayudarla a interpretar nuestros datos, alimentándola con comportamientos éticos y filosóficos basados desde la experiencia de las generaciones que actualmente están en plena actividad económico-social (Generación X y Generación Y) junto con las generaciones que se están retirando de la actividad laboral –pero no social- con un gran potencial para ayudar por su experiencia vital (los Baby Boomers y los primeros X) dándole esa dificilísima tarea…
Pero ¿¿¿cómo hacerlo???... A través de la DIVERSIDAD GENERACIONAL, dándoles las herramientas adecuadas además de dejar de ser el yo y el otro (diferenciados), para ser un nosotros (tal y como se nos sugiere desde Filosofía Clásica y reúne magistralmente el filósofo español David Pastor Vico en su obra “Era de Idiotas”).
Pues habría que generar o adaptar las herramientas adecuadas (público- privadas que gestionen la información contenida en nuestros servidores almacenadores de datos) para que sea utilizada tanto por los “tratadores y custodiadores de los datos” (que representaría el tú o yo) como los que “marcan las reglas de interpretación de dichos datos” (que representarían los otros u otras) en los en los que se basa la IA para trabajar e interpretar (unidos tanto el tú, yo como los otros en la IA en un nosotros) y que estas entidades (publico-privadas) dispongan de un poder adecuado para llevar a cabo esta encomienda, por lo que, deben de disponer de un gran poder de influencia mundial, por lo que:
- En el ámbito privado serían las grandes compañías informáticas a nivel mundial las que, alimentando su interés previamente (vía rentabilidad para saciar a las Generaciones X e Y) deben de tomar parte necesaria en dicha encomienda como “tratadores y custodiadores de datos” a la vez que son los que “manejan” a la IA.
- En el ámbito público (político diría yo) también deben alimentar y saciar sus intereses geopolíticos actuales (porque si no, no sale adelante) deben “marcar las reglas de interpretación de los datos que utiliza la IA desde los servidores” a través de la aportación de la filosofía, la ética y los valores. Esta herramienta creo que debe ser liderada por humanos (humanos retirados de la vida activa –entendida como actividad laboral- con experiencia contrastada y multidisciplinar, es decir, los Baby Boomers y los primeros X) que se dediquen a ello (en una nueva actividad voluntaria y suficientemente motivadora) en organismos públicos que aporten las herramientas filosóficas, éticas, morales o valores suficientes a la IA a través de las grandes compañías informáticas para ayudarla a interpretar los datos almacenados en nuestros servidores que nosotros mismos hemos y vamos a generar.
Creo que el ámbito público debería utilizar una excelente herramienta de que dispone hoy día y son los Consejos Económicos y Sociales que existen tanto a nivel local como autonómico, nacional, comunitario o mundial.
El Consejo Económico y Social tiene las siguientes prerrogativas: servir de foro central para el examen de los problemas económicos y sociales y la elaboración de recomendaciones de política dirigidas a los Estados Miembros y al Sistema de las Naciones Unidas. Por ello considero que es el espacio ideal para llevar a cabo esta tarea, redefiniendo y adecuando previamente sus objetivos para que sea una de las herramientas de los humanos para ayudar a la IA.
Actualmente, estos consejos económicos y sociales están conformados, en gran parte, por personas de un gran conocimiento, multidisciplinares y con gran experiencia (los Baby Boomers y los primeros X) por lo que creo firmemente que podría tener los hilos humanos suficientes para poder ayudar a la IA para el día de mañana.
Como complemento conocemos que las entidades educativas a nivel mundial están desarrollando itinerarios formativos a las nuevas generaciones (Generación Z, Alfa y Beta) para tener una base ética, filosófica o de valores para ser utilizados ante la IA, léase el ejemplo del desarrollo de nuevos dobles grados universitarios que fusionan las Matemáticas y la Filosofía, algo impensable hace no muchos años.
Me gustaría creer que tenemos ante nosotros una grandísima oportunidad con la identificación de esta excelente herramienta que es la Inteligencia Artificial para ayudar hoy a las futuras generaciones. ¿Seremos capaces los humanos de generar, de una vez por todas y a través de la IA, una excelente herramienta para que no se pierda la memoria, se interpreten adecuadamente nuestros propios datos y que no caigamos una vez más en volver a propagar el mal cíclicamente cada dos o tres generaciones?